Cuantos blog se quedan muertos
en sus diarias mecánicas
de ofrecer sus mercancías en la red
y de ellos ya no volvemos a saber nada.
Algunos blogs al abrirlos
nos enseñan sus gracias
en forma de versos
que al leerlos nos acompañan.
Al entrar en los blogs
piensas en los dueños de esas páginas
y buscábamos con voluntad sana
lecturas capaces de empapar las aguas
que discurren por los ríos
que construyen sus páginas.
Hoy he abierto un blog
y he sentido las miradas
de quienes en sus páginas
retrataron en él un día sus almas.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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