Leopoldo María Panero sobre Eduardo Hervás:
«joven poeta seguidor de Góngora,
que se fue una tarde a descubrir
lo que era la poesía abriendo el gas»
¿Y fue así de fácil?
¿Hubieron avisos?
Puede ser
que el culpable fuera el destino,
la estampida de la vida,
los trenes sin vías
circulando
sin rumbo fijo
por parajes desconocidos
recogiendo a viajeros
que pagan el pasaje con sus vidas.
Eduardo Hervás cogió el suyo,
a tiempo
de haberse convertido
en lo que nunca quiso.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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