Y con apoyito intentó hacer lo que quiso
quitó la hierba
y mató el matojo,
quemó los yeros
y trillo con los dientes afilados
de los pedernales
una parva entera de cardos,
zumbaban los tábanos,
ojos de cristal, alas de topacio,
el primer helicóptero hispano
levantaba el vuelo y en su aterrizaje desafortunado
picaba a la bestia y se iba otra vez volando.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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