si miras por la ventana
y ves un mirlo
con una rama en el pico,
si ves que la gente pasa por las aceras
y cada uno va a lo suyo,
si ves enfermos en las consultas,
carne en las carnicerías,
si ves pescado en las pescaderías,
entonces te das cuenta
que la vida no tiene nada de extraordinario
y que el motivo de elevar al ciclo de la vida
esta poesía, es porque la felicidad de los pueblos
se mide por estos grados de simplicidad
que en nada supone otra cosa que no sea monotonía.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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