En el terreno de lo imposible
también se dan las paradojas,
saltar al espacio desde un quinto piso
y quedar como una rosa,
o salir un domingo de fiesta,
pasarlo a lo grande y volver a casa
sin haber cogido una buena castaña
y es que no hay nada como bañarse
en un mar sin agua,
bajo un cielo nocturno salpicado de peces
y alguna ballena que otra.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
No hay comentarios :
Publicar un comentario