Ciudad lejana,
allí tu sirviendo
a los viejos ideales
de quienes te conquistaron
y someten
a sus caprichos banales.
Hoy te quieren
y más
tarde te odian,
para después envolverte
y hacer de ti
lo que les apetece.
Allí junto al mar vives,
tienes un río ciego
cuyas aguas corren
otros lares
y desde aquí
donde te veo distante,
se que eres ciudad
que espera siempre
con los brazos abiertos
que vayan a poseerla
entre amores y desplantes,
silencios y alegrías enormes.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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