Y llegará esa hora las doce
tan señalada en los calendarios,
tan de todo semejante
al canto de un pájaro
que remonta la mañana
y asentado en cualquier margen
espera con la calma de la tarde
a que todo pase, para volver si cabe
con más fuerza a deleitarnos con su música salvaje.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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