Y si una ola se rompe
mueren los espíritus
de los marinos
que forman parte
de los mundos submarinos
sin consuelo alguno,
entre gritos de terror
y suspiros,
es por eso que las olas
rugen
antes de caer en los silencios
de las noches marinas,
ya las playas desiertas
y los acantilados desnudos
de miradas variopintas
y de curiosos intentando
rescatar del olvido
algo que no sea un falso suspiro.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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