La plaza y ese algo más
su alma,
por ella transcurriendo
el paso del tiempo,
las viejas y nuevas esperanzas
en alforjas
que se cuelgan y llevan
a la espalda,
todo quieto
en las horas de la noche
que se alargan
para despertar al alba
la plaza,
en su diario hacer
de un pueblo que se levanta
con la mirada puesta
en volver a nacer cada mañana.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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