Y que lea quien quiera,
en esta mañana serena,
el frío pegado a la espalda,
la lluvia
en su quinta esencia
y los racimos de uvas
tan llenos de vida
que cuando a la boca se llevan
explotan de alegría
mientras se alejan.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
No hay comentarios :
Publicar un comentario