No estoy nada abierto a las borrascas,
no soy fuego,
ni estoy abierto
a nada que no sea
un buen comienzo,
con los pies puestos sobre el suelo.
Castellano viejo,
entiendo
que al mundo lo mueven
los viejos molinos de viento,
aspas que giran,
girones hecho
el traje de hojalata
de un Don Quijote de acero.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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