Del verbo amar solo me interesa
el tú y el yo
y es que soy muy positivo,
muy de amor directo
como una lavadora centrifugando
unas bragas y unos calzoncillos.
Yo amo y tu me amas
¡ cuanto amor mi cariño!
Yo he amado
y tu has amado,
eso pasa de continuo,
si no dejamos nada por el camino
el amor se convierte
en el contenido que va
después dos pronombres muy queridos.
Yo amaba y tu me amabas,
que tiempos aquellos
con todo tan recogido,
que cabíamos en un saco de dormir
en las cumbres más altas del mundo.
Yo había amado y tu habías amado
creo que alguien un día me dijo,
que lo que no se ve no cuenta
y que así el corazón no se rompe
ni aunque le peguen con un martillo.
Yo amé y tu me amaste,
estamos en lo mismo.
Yo hube amado y tu hubiste amado,
erre que erre,
de esto me puedo llevar
un buen disgusto.
Yo amaré y tu amarás,
de seguir a este ritmo
creo que lo mejor es asegurarnos
de que los dos,
tú y yo,
estamos muy unidos.
Yo habré amado y tu habrás amado,
muy perfecto el tema
este futuro me causa vértigo.
Con este lío dejo los condicionales e imperativos
infinitivos, participios y gerundios,
para otro instante más oportuno,
que de tanto amor
me he quedado exhausto
y esta noche tengo
una movida de esas de lujo.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
No hay comentarios :
Publicar un comentario