Cuando la paz es paz
y nada
entre ella,
media,
se escuchan
los cánticos de estepa
de las cornejas negras,
tan metidos en su papel
de mediadores
en contiendas
que se sienten huéspedes
de quienes
pagan con su sangre recia
los altos niveles de violencia
que ocasionan las guerras.
Paz viva.
Paz tierna,
paz interior.
Paz entre poetas.
Paz de pueblos
y de una humanidad entera
que celebre con fiestes
los días en que no suena
el tantán con parches
de piel de vaca vieja
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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