¡ Que triste su muerte y que canallada!
Me refiero a Federico García Lorca,
como ya se sabe fue asesinado
a sangre fría
sin más ni nada,
algo parecido
a una estocada,
indefenso y perdido
sus últimos segundos
tuvieron que ser de un horror
de esos que desgarra.
Si los poetas mueren
es porque quienes aprietan el gatillo
son las malas mañas
que habitan en las almas
de aquellos que solo saben
cavilar con la cabeza cacha
mientras sueñan con escalar
el peldaño que les falta
para ser queridos
por quienes solo aman
el color del dinero,
la arrogancia y pestilente fama.
¡Que dolor y que drama!
No saber nada del poeta
y es que en esos tiempos de matanzas
cuando la guadaña entraba en una casa
rodaban cabezas que se servían
en platos de plata
a quien manejaba los hilos subterráneos
de las virulentas razias.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
No hay comentarios :
Publicar un comentario