Han abierto ya las cafeterías,
ellas presentan servicios
de esos que se llaman
de primeros auxilios
a quienes saborean un café
mientras se abren al mundo.
Después de la DANA
se va cogiendo ritmo,
se vuelve a la rutina,
al retorno al día a día
anterior al que todo se vino encima
sin más que decir motivos.
Se volcó la vida
y se hizo la tormenta camino,
se desbordaron los barrancos,
se abrieron nuevos cauces
y el terror repentino
se vio y ve en los ojos
de quienes estuvieron y están desprotegidos.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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