¿Dónde estaban todos?
No se lo que pasa,
no se les ve,
llegan y se van,
borran las huellas,
se enfadan con los parientes
de las víctimas,
vienen con normativa
de esa que sale a euro la libreta,
se olvidan de lo que pasa,
no les pesan las penas
de quienes se revuelven en la mierda,
dicen que dan,
todo con cuentagotas lo dejan,
solo el barro sirve
para marcar fronteras,
tú allí y yo aquí
y llegan las horas y la espera
y salen los vecinos a la calle
y se abren las puertas
y cada uno cuenta su tragedia,
a su forma lo hacen,
a su forma quedan
escritas miles de historias
cual de ellas más siniestra,
el niño al que se llevan las aguas,
la mujer que de la corriente es un brazo
que se asoma a través del barro
que tiñe el curso que corre entre desesperos
que no cesan
y así y todo los que mueren lo hacen
sin saber que esa era su gran tragedia,
pues estaban vivos,
no esperaban tanto desamparo
en una tarde noche
que ha pasado a formar parte
de una historia negra.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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