Ni que decir ni que hablar,
solo vale
con asomarse al día
con deshojar aquello
que en nosotros nace,
con vernos a diario
tal ocurrencia cercana
que en si asume
la fragilidad de aquello
que somos,
la vida misma
de repente convertida
en pasto de una riada,
ya la furia del tiempo que invertimos
en no hacer nada,
de repente ella transformada
y en si corriendo las aguas
por los lugares insensibles
ahora ya parte de una vacía mirada.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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