Se oye como un rumor
cada vez más cercano e invisible
de ruidos y palabras
que no acierto a entender.
Es una mañana
sin más señas de identidad,
de un día cualquiera
del mes de agosto del año 2009
cuando desde estas tierras
centinelas permanentes
comienzo a descubrir
retazos de una infancia ya lejana
en la que fui
como el tomillo que crece en la montaña
una parte más del sobrio paisaje castellano.
Y es justamente en esta búsqueda
de sensaciones y olores ya perdidos
donde se encuentra
y acierto a adivinar
partes de ciertos elementos
que conforman mi personalidad
José Vte Navarro Rubio
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