LA QUE SE PREPARA

Se que a estas horas algún pinarejero/a se debe encontrar leyendo algún artículo del blog. A ellos precisamente quiero dedicar este pequeño mensaje escrito con el único interés de hacerles llegar un recordatorio.

Las preguntas que me vienen a la mente después de pasear por esta playa en la que veraneo y de sacar el perro a pasear son: ¿Cómo esta el mundo? y ¿Se puede ir a más?

Habría que puntualizar diciendo que mande quien mande tenemos el mundo que nosotros mismos  nos  hemos fabricado. En primer lugar porque lo hacemos nosotros mismos a nuestro gusto día a día y en segundo lugar porque nos hemos acomodado y hemos transferido a otros, que se llaman políticos, nuestra propias competencias como seres humanos para decir que es lo mejor y lo peor.

La sociedad actual no tiene nada que ver con aquellas otras sociedades ya casi olvidadas, ni en lo que se refiere a principios y valores ni en lo que se refiere a formas de vida. Aunque es cierto que existen clases con privilegios estas diferencias han ido a menos y ahora cualquier mortal tiene la posibilidad de disfrutar de estados de bienestar inimaginables hace unas cuantas décadas y esto ocurre porque los estados influenciados por los modelos de desarrollo de los países de la órbita europea que capitanizaban la economía han instaurado unos grados de bienestar social que repercuten en todas las capas de la sociedad. España en este sentido no ha sido ajena a este notable incremento de esas determinadas cuotas de reparto de bienestar social.

En este sentido hay que decir que unas y otras comunidades han ido, desde los tiempos de la transición, creciendo en grado de competencias en materia de sanidad, justicia, bienestar social y educación, principalmente. Se jactaban en su momento determinado los  líderes políticos a nivel autonómico de ello y se daba a entender que contra más grado de autonomía había más satisfación se producía en los territorios autonómicos. De esta forma se contruyó un estado de las utonomías que era como los vagones de un tren con Cataluña y el País Vasco a la cabeza y cerca de la la locomotora que era el estado. 

Pero no, ahora se ha puesto de moda  chantajear al gobierno de la nación con el repetido sambenito de o me da lo que yo quiero o se queda usted con esa competencia. 

Creo que no es licito hacer ese tipo de chantajes, ni de crear malestares, impropios de aquellos que se llaman representantes políticos. Me vuelvo a preguntar: a quién representan los políticos y a que juegan.

Se representan a si mismo debido a que detrás de unas elecciones no hay otro nivel de exigencias. Como he ganado hago lo quiero. Aparco el programa. Incordio y me siento a ver el cadáver de mi contrincante como pasa por la puerta de mi casa.

Sin lugar a dudas que se juega a despistar y a sacar tajada política. Pero esto muchas veces va en contra de los intereses de los ciudadanos. Esto es lo que está ocurriendo en Castilla La Mancha. Detrás de todo lo que está lloviendo se encuentra algo muy simple, se busca cambiar el viejo modelo de financiación económica y se busca sobretodo alterarando la paz social. Romper las tradiciones no es bueno. Si lo tradicional era abonar los gastos farmaceúticos continuemos haciendo lo que ya se venía haciendo o si no inventemos otro modelo que sea también factible, pero ya.

Última pregunta ¿Si en el gobierno de la nación hubiera estado el PP se estaría viviendo ahora en Castilla La Mancha esta polémica tan absurda.

Con esta última observación y mientras en la primera plana de un diario de tirada nacional leo: Que los mercados desatan otra ola de duros ajustes y que Somalia se muere, me voy a comulgar mis culpas que la mañana se hace larga

José Vte Navarro Rubio