domingo, 23 de diciembre de 2012
POESÍA: LAS PIRAMIDES DEL DESIERTO
En ellas los faraones se sentían libres
, ya muertos,
y sus almas impregnadas en las paredes
y grabadas a golpes de buril
se pueden ver saliendo
de esas pirámides construidas
por esclavos que allí mismo morían
de epidemias, agotamiento y sufrimiento.
Un millón de bloques
cruzando el desierto
y llegando hasta esos puntos concretos
donde sacerdotes, arquitectos y guerreros
mandaban que se colocaran
unos encima de otros con esmero
señalando con su vértice el cielo
como si en él estuviera la vida
y con él resucitaran los muertos.
Matemática, astrología, física
todo en un paquete bien prieto
del cual se nutrían los arquitectos
para dar forma a las grandes tumbas
y en ellas pudieran descansar los cuerpos
de los faraones de un imperio, familia y sequito.
Viajaban las almas por el Nilo
y laberintos del más allá
en canoas construidas con madera del Libano
endurecidas al fuego
y tripulación con cara de chacales y de perro.
Mastabas, pirámides
y tumbas sobre las arenas del desierto
de todos los siglos
y de todos los pueblos
que pasaron por Egipto
y junto al Nilo vivieron
para cuando sus aguas generaban riqueza
y anegaban los campos
con sus sedimentos
en los momentos de crecidas
y para los meses de lluvias en su nacimiento.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
No hay comentarios :
Publicar un comentario