Ripollés oye una voz
que le dice
que la estatua está muy bien
allí donde el viento
la vino a poner,
y él, Ripollés,
se atreve a proponer
dejar el artificio
tal y como está
y de esta forma tan original
el cumple con su deber
y los demás también.
En todo esto
yo oigo otra voz
diferente a la de Ripollés
que como si fuera
la que va oír Moisés
me dice con mucho tesón
que la estatua se debe reponer
tal y como se diseño
y que todo lo demás
son historias de un señor
que tiene mucho cuento
y más temor
a que se diga
que algo en su andamiaje falló.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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