XIV
En el mismo día y lugar
del Pinarejo, como es natural,
el amojonamiento va a continuar
y para acometer esta empresa
tan original
a las cuatro horas y media de la tarde
salio la comitiva de Pinarejo
sin mirar hacia atrás
hasta llegar al sitió del Cañuelo
junto al Mojón de Pedernal
y de allí
trescientos pasos andar
hasta dar con otro Mojón
que se vino a renovar
enfrente del camino que va
al Poza del Espinillo,
¡vaya espino y pozo de agua limpia como si fuera de manantial!.
En al senda del Rico-Hombre
otro Mojón se va a renovar
sin que nadie rechistara
ni se negara a realizar
esta gesta de amojonar
con el fin de que el Pinarejo
pudiera mandar sobre las tierras que la justicia le venia a otorgar.
No se quedó fuera de esta acción singular
el Mojón que se vino a identificar
en el cerro de Calvillos
por estar muy pelado y sin ningún tipo de matorral.
La Condesa de Toreno
hacendada del lugar
también tuvo la dicha
de que cerca de su propiedad
en una esquina plana
de tanto labrar
se fuera a renovar
un Mojón muy singular
que desde siempre había estado en el lugar.
La Casa de Lucia
de ella no sabemos
donde estaba y está.
Sería sin más particular
una casa de esas de guardar
apeos de labranza y animales de acarrear.
Allí un Mojón se vendría a renovar
con solo mencionar el nombre y el lugar.
Ahora le va a a tocar
en eso de renovar
a un mojón de piedras y tierra del lugar
que estaba antes de llegar
al camino que iba y va
de Santa María a la Nava,
aldea esta de Pinarejo
de la que solo quedan unas paredes y un corral.
Dando vista al Pozo Nuevo
está el Mojón
al que le viene ahora
el momento de citar
antes de llegar al siguiente
junto al Colmenar
de Dña. Rosa
que debió de dar
más miel
de la que un burro en sus aguaeras podía acarrear
y de esta forma se va a llegar
a la propiedad
de Juan Galindo Puerto Romero
donde se va a colocar
el mojón que dividíaa las tres jurisdicciones
en aquel lugar,
concluyendo de esta forma tan original
el amojonamiento en la parte que da
a Santa María del Campo
después de rezar
un Padre Nuestro
y brindar
con vino tinto del lugar
hasta casi todos reventar
pues la faena era de esas de no recordar
Autor: José Vte. Navarro Rubio.
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