Hoz del Jucar, solo hoz,
sin trigo en sus dientes ni espigas con que dar de comer a un perdigón,
la hoz del Jucar no necesita de mano ni de afilador
para cortar la garganta de su río y hacerlo dar vueltas sin ton ni son.
Por la hoz del Jucar voy de paseo o como dice la canción
llenándome de España y de su dolor,
por la hoz me paseo, disfrutando de un mundo nuevo de color,
entre silencios eternos
y gritos de pavor
cuando llega la noche, siempre la noche con su negror,
y salen de sus escondites las almas de los difuntos en santa procesión,
por la hoz del Júcar voy
desde Cuasiarmas en Motilleja para darme un baño madrugador
para después llegar a Casas Cuevas
y sentir como la vida se reduce a un encuentro eterno con el Señor
en cuevas bendecidas por la pobreza de algún pastor
y de esta forma entre paseos y descansos
y brindis de agua al sol
me llego que no me voy a Jorquera
para ver la casa del Corregidor, la torre de Doña Blanca y si me apuran las rejas de algún balcón
y si da la ocasión asistir a la romería de la Virgen de Cubas ¡cuanta pasión!
De tanto ir me llego ahora u hoy a la Recueja
y de aquí ya estoy en las Casas del Cerro o en la Era de Alcalá
o como digo yo en Alcalá del Júcar donde el reloj si es de cuerda sin ella se quedó
y si es de pila el bautismos no se lo dio ni el cura ni Dios.
No me olvido, no,
de la Villa de Ves donde dicen que en su santuario descansa la momia de un faraón
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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