Entre pisto y pichote
con el pisto me vengo a quedar
pues de lo bueno que está
cuando lo como me entran ganas hasta de bailar.
Pimientos verdes y rojos
en su confección se suelen emplear,
tomates manchegos y calabacín de las huertas que junto al río se suelen encontrar.
Era plato de campesinos
de aquellos que en las casillas o bajo el carro se solían quedar
en épocas de vendimia, de segar y de trillar.
Comida de pobres
que los ricos no se atrevían a tragar
no fuera el caso que les diera ganas de trabajar.
Por eso yo siempre digo
que para comer pisto de Alcalá
te tienes que subir a la Muela y desde lo más alto de ella gritar:
¡Pisto me han dado!
¡Con pisto me tengo que alimentar!
¡Quien no come pisto nunca sabrá lo bueno que está!
Si al pisto le pone un huevo
ya puede usted mojar
y entre pala y más pala de pan
cortada con navaja de barbero de afeitar
trago de vino y en la coronilla con el dedo una buena "rascá"
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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