Hila que te hila,
hila sin parar,
ovillo de lana
de una oveja que leche me da.
De colores se viste la bufanda
cuando conmigo se viene a pasear
en esos días de invierno
en que el cuello hay que resguardar
con pura lana virgen
que unas manos vienen a fabricar
con pericia propia de quien nunca se cansa de hilar.
Teje que te teje,
teje la araña en la oscuridad de un desván
desde aquellos días
en que la puerta se cerro a cal y canto
y nadie más ha vuelto a pasar
para ver aquellos trastos que un día allí se fueron a encerrar.
Autor de la poesía: José Vte. Navarro Rubio
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