domingo, 12 de enero de 2014

4 POETAS MANCHEGOS

 Cuatro poetas manchegos

















Sagrario Torres Sagrario Torres

 

(Valdepeñas (CR) 1922-2006) En 1968 apareció su libro Catorce bocas me alimentan, al que seguirían Hormigón traslúcido (1970); Carta a Dios (1971), Intima a Quijote. Con Los ojos que nunca mueren (1981) obtuvo una beca para la creación literaria de la Fundación Juan March.
Biografía tomada de: Enciclopedia de Castilla-La Mancha. Madrid, 1999. T.X


TRIPTICO A MI HIJO
Toco la almohada de mi cama fria
en donde te abracé, te bese ardiente,
poniendote el escudo de mi frente
cuando tu boca a mi pezón se abria.
La estrecho algunas veces, ¡todavía!
Aquí la almohada está, mas no caliente;
y mi seno ya no es aquella fuente
ni mis brazos la góndola de un día.
Hice de ti columna caminera
cuando perdí la gracia de acunarte.
Niño te sueño, no varón tan firme.

Desde mi vientre y brazos hoy quisiera
-para de nuevo en vilo levantarte-
repetirte otra vez. Y repetirme.

Yo volviera a ser ola saltarina
por un pez del océano preñada.
Y otra vez lavandera apresurada
de tu pañal secándose en la encina.
Volver a aquella huerta, y en la esquina
contemplar tu cabeza. ladeada;
y el barbero, y el sol, y la llegada,
y el marcharse y volver la golondrina.

Hijo de Dios. De mí. Jinete alado.
Espuela con jazmín. Trote de empeño.
"Plus ultra" de mi ser. Hijo del hombre.

De aquel vapor que en silfo transformado
se acercó preguntándole a mi sueño:
¿que quieres de la vida? Y di tu nombre.

Hijo mío, no te incineraría.
Mil veces, no. Cuando hubieran pasado
los dientes de la tierra como arado
descubriendo tu pura geometría,

avarienta de ti me llevaría
aquello que resiste su bocado:
los huesos más esbeltos que te he dado,
para hacer pies de lámparas un día.

(Los blancos de tu boca, los reidores,
como cuñas en troncos colocase
segura de otras ramas y otras flores.)

Y para mas fundir nuestros amores,
por mi lecho esas lámparas volcase
en la noche final de mis temblores.

Eladio Cabañero Eladio Cabañero

 


(Tomelloso (CR) 1930-2000). Vivió durante su infancia y primera juventud en Tomelloso donde trabajaba como agricultor. Autodidacta. Su descubrimiento para las letras se debe a su paisano Francisco García Pavón. En 1956 se trasladó a Madrid. Trabajó en la Biblioteca Nacional y en la Editorial Taurus. Fue redactor-jefe de la Estafeta Literaria y de la Nueva Estafeta. Su obra, una de las cumbres de la literatura castellano-manchega, canta con ternura las tierras y las gentes de su Tomelloso natal con un emocionado lirismo. Con el libro Una señal de amor (1958) ganó el accésit del Premio Adonais. Marisa Sabia y otros poemas (1963) mereció el Nacional de Literatura. El conjunto de su obra se hizo acreedor igualmente del Premio de la Crítica del año 1970. Pocos como Eladio Cabañero han sabido captar la árida dulzura de las tierras manchegas con una poesía de "alta protesta y de dolor". Muere en el año 2000.
Biografía tomada de: Enciclopedia de Castilla-La Mancha. Madrid, 1999. T.X

LABRADOR MANCHEGO

Es un pintor que mira y que repite
la emoción del paisaje, los colores
donde ahonda la luz del pensamiento
en su fisonomía siempre insome.
Con los ojos cerrados reconcentra
el campo de su alma, oscura torre
que resiste en vaivén, en equilibrio,
un duro viento de interrogaciones.
Nadie puede decir qué pensamientos
superpueblan la frente de este hombre.
(En el ancho paisaje de La Mancha,

pósito de la luz y de los soles,
por las ventanas de la tarde saltan
los pedernales de los labradores.)
Se sale a caminar (detrás el pueblo
aldeano y relimpio). Se recorre
los arados, los surcos, los caminos
proyectando teóricos remontes,
encauzados de piedras solitarias,
los espejismos y los horizontes...
y regresa arriando los crepúsculos,
tascando el freno que tan bien conoce.
De madrugada sueña y amanece
como la tierra desnutrida y pobre.
Se le llora la lágrima que lleva
toda su vida como un gas salobre
y da temor mirarlo porque pide
justicia cuando mira escueto, incólume,
sin que sepamos nunca lo que piensa
allá en su anchura cósmica este hombre.

Juan Alcaide

Juan Alcaide(Valdepeñas (CR) 1907; Valdepeñas (CR) 1951). Casi toda su vida transcurrió en su ciudad natal, cuyo caracter, gentes y costumbres ensalzó en versos apasionados. Estudió como alumno libre en el Instituto General y Técnico de Ciudad-Real. A los 19 años acabó sus estu dios de Magisterio y publicó su primer poema en El defensor de Puertollano. En 1930, en edición financiada por suscripción popu lar, apareció su primer libro, Colmena y pozo. Durante tres años ejerció como maes tro en una escuela de la provincia de Orense. En 1933 ve la aparición Llanura. Tres años más tarde aparece La noria del agua muerta. De esta época datan sus relaciones epistolares con Antonio Machado, García Lorca, José María Pemán, Jacinto Benavente... Por estas fechas es maestro en Puerto Lápice, donde le sorprendió la Guerra Civil. La muerte del poeta granadino García Lorca le conmocionó hasta el punto de escribir una sentida elegía, Mimbres de pena (1937) que apareció publicada en Buenos Aires. En 1939 fue suspendido de empleo y sueldo por su adhesión al bando republicano. En 1941 se reincorporó de nuevo a sus tareas docentes, en Puerto Lápice. Las circunstancias políticas del momento le llevaron a publicar, Ganando el pan (1942), en la línea del ensalzamiento patriótico-religioso del falangismo. A partir de este momento despliega una ingente labor literaria. En 1947 publica Poemas de la cardencha en flor, y en 1948, Trilogía del vino. Un año más tarde verá el reconocimiento de su pueblo natal y la publicación de su último libro, Jaraíz. El 12 de julio de 1951 falleció víctima de la tuberculósis.
Biografía tomada de: Enciclopedia de Castilla-La Mancha. Madrid, 1999. T.X

EL POETA VUELVE A DECIRLE ADIOS A SU PAISAJE

        A Ernesto Huertas.

¡TENERTE que dejar!... (¡Y sentir pena,
después de los martirios que me has dado!)
Tu aliento es en mi vida la gangrena
que come corazón de mi costado.

Llevo el ansia hecha trizas, nazarena
que recorrió su Gólgota morado.
Pero aún me queda sed para tu arena,
llanura de mi pozo espejismado.

Me voy de tí, sellándote en mirada,
con un dolor de cardo sin espina,
tirándose a luchar, por tus senderos...

Pero sabré mi vuelta a tu posada.
¡Vendré a buscar mortaja en la anguarina
de tu terrón con mosto de luceros!



Angel Crespo

Angel Crespo
(Ciudad Real 1926-1995).Su infancia transcurrió en Alcolea de Calatrava. Aprendió francés durante la guerra civil. Sus más tempranas composiciones datan de 1942, y fueron apareciendo en diversas publicaciones regionales. En 1943 se trasladó a Madrid para estudiar la carrera de Derecho. En 1944 obtuvo el titulo de Maestro Nacional. Por mediación del poeta valdepeñero, Juan Alcaide, contactó con el grupo postista de Carlos Edmundo de Ory y Eduardo Chicharro. Por esos años de la década de los cuarenta, funda y dirige una sección literaria en el diario Lanza, que abandonaria a raiz del escándalo producido por su participación en la organización de la exposición "16 artistas de hoy", en la madrileña galeria Buchholz. En 1948 obtuvo el titulo de Licenciado en Derecho y en 1950 aparece su primer libro Una lengua emerge. Fundador, junto al poeta conquense Federico Muelas, de la revista poética, El pájaro de paja. 1951 será el año de su ingreso en el Instituto de Estudios Manchegos y de la fundación de la revista Deucalión. Un año más tarde verá la luz Quedan señales. Su actividad poética es incesante a partir de este momento: colaboración con revistas portuguesas, asistencia a congresos, contacto con otros poetas, conferencias, etc. En 1958 viaja por Europa. En 1960 fundó la revista Poesía de España, junto con CA. Carriedo, y un año más tarde aparece su Antología de la nueva poesía portuguesa. Comienza su descubrimiento de Italia, que marcaría hondamente su poesía, y que daría lugar al libro Docena florentina. Abandonó su profesión de abogado para dedicarse por entero a la literatura. En 1967 tradujo una de las obras cumbres de la literatura brasileña: Gran Sertao, de Guimaraes Rosa y comenzó su trabajo como profesor en la Universidad de Mayaguez, Puerto Rico. Tras iniciar sus estudios de doctorado, en Upsala, publica su traducción del Infierno, de Dante, a la que vendría a sumarse la del Purgatorio, en 1976, y la del Paraíso, en 1977. Su obra va sumando nuevos títulos como Donde no corre el aire (1981), El aire es de los dioses (1982), El bosque transparente (Poesía 1971-1981) (1983) y diversas traducciones, estudios crítícos y artículos periodísticos. En 1984 le fue concedido el Premio Nacional de Traducción, y en 1985 apareció uno de sus libros más celebrados: El ave en su aire. Su obra ha sido calificada como un ejercicio de "espiritualismo trascendental" (Ramoneda), en la linea del esoterismo practicado por su admirado poeta portugués Femando Pessoa. Muere en Barcelona en 1995.
Biografía tomada de: Enciclopedia de Castilla-La Mancha. Madrid, 1999. T.X
SIESTA EN LA MANCHA

Sobre el polvo, en las ramas secas,
canta hacia dentro un pájaro
-ave sin nombre, y tan frecuente,
a la que nunca he visto-;

canta contra las piedras abrasadas
y contra el aire quieto,
y su canto la envuelve en una sombra
única, al mediodía;

sus notas son cual hojas que flotasen
en dos distintas aguas:
la que bajo la tierra está temblando
y la que se hace charcos en la acequia.

Callan, para escucharle, las esquilas
de la siesta, y el vuelo
sombrío de la abeja;
y sobre el mundo que atardece muerto
el silencio se encoge.

Hay un lagarto encima de la teja
y un escorpión debajo,
y las perdices, entre el pasto seco,
se hunden en el vacío;

hay soledad y miedo en las retamas
que la araña acordela,
y una respiración que va cesando
mientras el canto dura.




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