Y dijo el oráculo tendremos Rey
y unos sesudos caballeros adoctrinados bajo el franquismo
pensaron el rey es nuestro
y de esta forma como si hubiera nacido de nuevo una margarita
con la cual poder injertar todo un jardín
nació un nuevo un rey, sobre una base de buenos excrementos,
que a lo dicho en nada le va a la poesía, por mucho que en ello vaya mi empeño.
Manda huevos
que la historia de un país la escriban cuatro pitonisas con cara de becerros
y que a estas alturas de un verano que se avecina seco
la casta, pitia, se dedique a prolongar su imperio
actuando al servicio de quienes con su capricho desde siempre han gobernado sobre estos pueblos
de la piel de toro o de conejo.
Ojala que la designación
al igual que las profecías del oráculo de Delfos
fueran en forma de verso,
de esta forma podríamos decir sin miedo:
Y Felipe VI
fue coronado rey
delante del pueblo
haciendo de testigos de tan gran día de duelo
los grandes del país,
magistrados, generales y clero,
todo esto con el visto bueno
del ya difunto Rubalcaba y de su amigo de en medio
el Sr. Rajoy, último moicano en la corte del rey que abdicando asegura para su familia el imperio.
Autor de la poesía: José Vicente Navarro Rubio
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