Me imaginaba el risotto
como si fuera una opereta
y me veía
detrás del escenario
esperando su salida a escena
al tenor de grandes melenas
pantalones bombachos y camisa de franela
cantando lo que en gana le viene cuando entre espectadores se encuentra.
El risotto del boletus
se estrenó para esa época
en que si te asomas al gran teatro de la naturaleza
con tus ojos contemplas
entre carrascas,encinas, castaños y pinos de ladera
a esas setas que cuando a la boca se llevan
se deshacen entre cánticos que solo interpretan
quienes prueban de tan suculentas especies vegetales
que salen para los otoños
antes de que la nieve cubra la superficie de la tierra.
Risotto en La Escala,
allí
la voz abría y severa
del recolector de hongos y de setas
avisando que los boletus, ya limpios y en la nevera,
esperan
la transformación de su ser
y si en ello me apuran y muestran un poco de clemencia
su muerte en la sartén y en la olla su vuelta
a esa vida nueva
en los condimentos se aparean
en mitad de un orgasmo de leyenda
de arroz adquiriendo una textura externa acorde con lo que la cocinera
quiere que de la olla salga camino de la mesa.
Autor: Jose Vte. Navarro Rubio
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