Cualquier lugar es bueno
para escribir un poema,
echar una sonrisa o gritar de desesperación.
Fue quizás en la gasolinera
donde me vino la inspiración
mientras la gasolina
caía en el deposito de mi coche, a presión.
La verdad fue que me inspiró
el ruido continuo
de la caja del motor
y la tertulia de una emisora que llamaba a la revolución.
En esa mañana soñé
con que era Supermán
y a poco que me desperté me di cuenta de mi error
con solo darle a luz
y verme tal y como soy
muy acomodado al sillón.
Que pena vivir entre siglos,
que pena y que dolor
ser tan solo un mortal más que vino al mundo para expresar su dolor.
Autor: José Vte Navarro Rubio
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