así comienza
esta historia que se escribe
con pocas letras,
así las patatas sean tempranas
o las cebollas piquen
más de la cuenta,
todo se reduce
a comer con ganas
y dejarse llevar por la calma chica
que se siente en la mesa
con seis sillas,
copas de figuras esbeltas,
vino blanco
con taninos sumergidos
en los toneles de roble de la lejana América
y tapete blanco
como el traje de novia de una princesa
Autor: José Vicente navarro Rubio
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