sábado, 25 de junio de 2011

EL MOTÍN DE PINAREJO A TRAVÉS DE LA PRENSA DEL SIGLO XIX


En el siglo XIX, concretamente en el año 1859, Pinarejo tuvo en vilo a toda España. En el congreso se hizo una pregunta al gobierno, consecuencia de la pregunta y de lo que al parecer  había ocurrido en Pinarejo, el pueblo se llenó de guardias civiles, agentes del gobierno y algún que oto representante de los juzgados. Hablo de un motín provocado por todo el pueblo que salió a la calle en armas. Tuvieron que ver en ello un relojero, un maestro, su mujer y el cura del pueblo.

Los representantes de la oposición pusieron de ejemplo revolucionario a Pinarejo.

NARACCIÓN DE LOS HECHOS SEGÚN LA PRENSA DEL MOMENTO:
De acuerdo con el tema que habíamos expuesto hay que decir que el 20 de abril de 1859, en el diario La Época de Madrid se publica un artículo que tiene que ver con el Congreso de los Diputados y con una pregunta que realizaba al Gobierno uno de los diputados en la cámara. En concreto la pregunta la realizaba D. Carlos Latorre y decía así:

“El Señor D. Carlos Latorre pregunta si tiene noticia el gobierno de un alboroto que ha habido en Pinarejo, provincia de Cuenca, sin ningún carácter político, y que es instigación de aquel párroco”

A la pregunta el Señor Ministro de la Gobernación manifiesta:
“Que no tiene conocimiento de semejante hecho, pero que se informará y adoptará las resoluciones convenientes”

El día 21 de abril de 1859, cuatro diarios de tirada nacional se hacen eco de los hechos. Los diarios eran: “La España”, “La Esperanza”, “La Iberia”, y “La Época”.

“La Época”: Cortes: Congreso de los Diputados: Pregunta del Señor Latorre:

“El Señor Latorre (D. Carlos): Desearía saber si el Señor Ministro de la Gobernación ha recibido aviso de un escandaloso suceso ocurrido en Pinarejo, pueblo de la provincia de Cuenca, partido de Belmonte, el día 13 por la noche, hubo un alboroto en que, amotinándose sobre 500 personas, trataron de asesinar a D.N.- Lavalle, y el maestro de escuela. Por haberse ocultado estos sujetos, fueron a buscar a la mujer de uno de ellos, que tuvo que arrojarse a la casa inmediata por una pared con un niño en brazos. Al día siguiente se tocó a somatén, y volvieron los insultos. La guardia civil, de la que se presentaron dos parejas, pudo proteger la fuga de las personas que se perseguían. Al tercer día se presentó el juzgado, el que también fue desobedecido. La cuestión no es política: es de localidad, y según se me ha dicho, estos desordenes se deben a instigaciones del cura párroco. La tranquilidad se restableció después, aunque aparentemente, y aun cuando el juzgado permaneció en el pueblo del día 15 al 18, aun no había sido castigado ningún culpable. Por lo tanto, ruego al gobierno se sirva averiguar lo que haya en el asunto, a fin de que los promovedores de estos sucesos sean entregados a los tribunales para que reciban el condigno castigo”

Respuesta del Señor Ministro de la Gobernación: “ El Gobierno no tiene noticia de ese suceso: pero dará orden para que se proceda a la formación de causa y para que por parte de la administración se adopten las disposiciones convenientes a fin de ese suceso no se repita”

Continuandocon el día 21 de abril en la prensa de aquellos días salieron las siguientes crónicas:

Crónica de J. Juanco en el diario La Época del día 21 de abril de 1859, página 2):

El Señor Don Carlos Latorre preguntó al gobierno si tenía conocimiento del hecho que ha tenido lugar en Pinarejo, provincia de Cuenca, donde multitud de personas, excitadas por un eclesiástico y por cuestiones de localidad, se han amotinado el día 15 y han querido matar a dos vecinos de un pueblo, uno de ellos el maestro de instrucción primaria. Ni la tentativa de una pareja de la guardia civil, ni las del juez de 1ª instancia de Belmonte, habían logrado calmar completamente los ánimos y el Sr. Latorre pedía protección para los perseguidos. El Señor Ministro de la gobernación, después de asegurar que el gobierno no tenía conocimiento del hecho denunciado por el Sr. Latorre añadió que adoptaría las providencias oportunas a fin de que se formase causa y se evitase en lo sucesivo la repetición del motín.

El mismo día 21 de abril de 1859: Los diarios: "La Esperanza", "La Iberia" y "La España" publicarían la pregunta del Señor Latorre al Congreso de los Diputados que ya había publicado el diario "La Época" también el mismo día.

El diario Liberal de la mañana: La Iberia, publica el día 23 de  abril de 1859 en el apartado denominado de la correspondencia autógrafa el siguiente parte telegráfico:

“Cuenca 21. De resultas de un motín que ha ocurrido en el pueblo de Pinarejo de esta provincia, en el que se ha allanado la casa del maestro de escuela, ha salido para el pueblo: de la cabeza de distrito el juez de primera instancia y de esta capital un oficial del Gobierno Civil. La guardia civil sacó al maestro de escuela y el juzgado procede ya contra los criminales. La tranquilidad está restablecida.

Ahora bien el público habrá observado que estos hechos se reproducen con bastante frecuencia y que para la prensa ministerial pasan desapercibidos ¡Cómo ha de ser! Ahora no hay kepis, aquel terrible distintivo al que nuestros adversarios achacaban toda clase de alborotos; y he aquí explicado el misterio.

Cuando no había más que neo-catolicismo, como sucedió en la ominosa reacción Narváez-Nocedal, los motines surgían con una abundancia desgarradora y eso (¡pobre jkepis!) Que ya había desaparecido de la escena política.

Observación: Kepis es el gorro pequeño que usaban los soldados de los ejércitos franceses

La misma primera parte de la noticia se publica el mismo día en el diario “La Discursión” y en “El Clamor Público”·.

El día 27 de abril de 1859 el diario La España publicaba lo siguiente:

He aquí una carta de Pinarejo que da minuciosos pormenores acerca de los sucesos ocurridos días pasados en aquel pueblo.

Pinarejo 22 de abril: En la noche del viernes 15 del actual se hallaba un gran número de vecinos de este pueblo, congregado en su iglesia hacIendo la novena de Dolores.

El día 27 de abril de 1859 el diario La España publicaba lo siguiente:

He aquí una carta de Pinarejo que da minuciosos pormenores acerca de los sucesos ocurridos días pasados en aquel pueblo.

Pinarejo 22 de abril: En la noche del viernes 15 del actual se hallaba un gran número de vecinos de este pueblo, congregado en su iglesia haciendo la novena de Dolores.

Al concluir la novena empezó el Señor cura párroco como costumbre de todas las noches, a hacer la explicación de la doctrina cristiana desde el pulpito una mujer en el mismo instante se levantó para salirse, y esto coincidió con haberse dejado decir que tenía vivos deseos de insultarle.

Semejante acto desagradó a la numerosa concurrencia, y al tiempo de salirse, tanto hombres como mujeres le dijeron que bien podía haberse estado en casa y no ir para producir escándalo en el templo de Dios, a lo cual contestó ella, que el que quisiera oír rebuznar al cura que se quedara en la iglesia, siendo de notar que decía esto al tiempo mismo en que el sacerdote reprendía los amancebamientos, las usuras, los rencores y demás vicios.

Al oír semejantes palabras, todo el auditorio se conmovió y merced a los esfuerzos del Señor cura se calmaron los ánimos.

Concluida la explicación de la doctrina, se disponía a retirarse el párroco a su casa, pero en las puertas del templo le rodearon cuantos a él habían concurrido, y le manifestaron sus vivos deseos de acompañarle, porque sabían que algunos querían quitarle la vida. Así que nada basto para disuadirles de su firme propósito y más de 300 vecinos le acompañaron hasta su casa, no sin dar por el camino algunas voces de: ‘Viva la religión! ¡Viva nuestro querido padre el señor cura! Y fuera los que no quieran la ley de Dios.

Una vez allí el señor cura procuró por todos los medios aplacar los ánimos, y a sus exhortaciones contestaron que no lo dejarían así, sabiendo que había una junta secreta para quitarle la vida, y que ellos le defenderían. De nuevo les encareció el sacerdote la conservación de la paz y del orden, y haciendo promesa de no causar daño, se retiraron. Pero al breve rato fue avisado que seguía alborotado el pueblo y que buscaban a todos sus enemigos. Inmediatamente salió a su encuentro el señor cura, y a pesar de todas sus amonestaciones para tranquilizarlos, se apoderaron de varios de ellos que conceptuaban afiliados a la junta secreta para la proyectada muerte. Pero el señor cura párroco, llevado de una caridad propia de su ministerio, logró que fueran conducidos a su casa sin causarles el menor daño y librarlos en ella de sus iras en aquellos momentos de efervescencia, no descansando hasta que se disolvieron los grupos ayudado solo por el teniente de alcalde del pueblo.

Apaciguados los ánimos de más de 1.000 personas que defendían al cura de ocultos enemigos, acompañó a altas horas de la noche a cada uno de los detenidos a sus moradas para evitarles todo daño, como lo consiguió; dándoles con su conducta un ejemplo de que no lo animaba el menor resentimiento hacia ellos.
Al día siguiente llegaron dos parejas de la guardia civil, los cuales han contribuido mucho a asegurar y calmar los ánimos del vecindario que todavía se hallaban excitados pidiendo venganza contra los que habían intentado matar a su párroco.
Un día después se presentó el juzgado del partido siendo vitoreado por todo el pueblo pidiéndoles fuesen separados de él todos los que componían según decían la Junta Secreta para el proyectado atentado. El juzgado tomó enseguida parte activa en la averiguación de los que sean culpables, y en tal estado no revelaremos ya ni una sola palabra de los hechos ni haremos otros comentarios que pudieran prevenir las acciones de la justicia.

También se halla en el pueblo un representante del gobernador de la provincia, que viene asimismo a informarse de lo ocurrido.

Por los anteriores párrafos no firmados: J. De Granda.

Al día siguiente llegaron dos parejas de la guardia civil, los cuales han contribuido mucho a asegurar y calmar los ánimos del vecindario que todavía se hallaban excitados pidiendo venganza contra los que habían intentado m.tar a su párroco.

Un día después se presentó el juzgado del partido siendo vitoreado por todo el pueblo pidiéndoles fuesen separados de él todos los que componían según decían la Junta Secreta para el proyectado atentado. El juzgado tomó enseguida parte activa en la averiguación de los que sean culpables, y en tal estado no revelaremos ya ni una sola palabra de los hechos ni haremos otros comentarios que pudieran prevenir las acciones de la justicia.

También se halla en el pueblo un representante del gobernador de la provincia, que viene asimismo a informarse de lo ocurrido.

Por los anteriores párrafos no firmados: J. De Granda.

OBSERVACIÓN: Donde se ve el punto m.tar falta la "a" ya que el programa no permite ciertas palabras

Respecto a la carta anterior "El Clamor Público" volverá a publicar la carta entera acompañada de la siguiente nota aclaratoria:

Habiéndose cometido inexactitudes de importancia al hablar algunos periódicos de los hechos ocurridos en Pinarejo, pueblo de la provincia de Cuenca, publicamos la siguiente carta de persona fideligna, que da minuciosos pormenores acerca del origen, diferente del que el diputado Señor Latorre le atribuyó, cuando días pasados anunció una interpelación en el Congreso


ALGUNOS ASPECTOS DEL CONTEXTO HISTÓRICO EN EL QUE SE DESARROLLAN LOS HECHOS DE PINAREJO:

ESPAÑA:
Tras la retirada de Espartero, O’Donell se convirtió en rector de la vida política española, fue jefe de gobierno en tres ocasiones y Narváez en dos. El moderantismo volvió a dominar la política. En su breve primer gobierno (1856), O’Donnell reprimió las protestas progresistas, abolió la Constitución de 1856 y reinstauró la de 1845, enriquecida con algunas cláusulas progresistas (Acta Adicional de 15 de septiembre de 1856).

Entre 1856 y 1863, durante el segundo gobierno de O’Donnell, se produjo una activa participación española en política exterior:

·La Guerra de Marruecos (1859-1860), fue originada por incidentes fronterizos en las plazas de soberanía española. Las victorias españolas de Castillejos y Wad-Ras llevaron a los marroquíes a la firma de la Paz de Tetuán (abril 1860) por la que, además de reconocer la soberanía española sobre las plazas de Ceuta y Melilla, cedían la de Santa Cruz de Mar Pequeño (Ifni).

CONTEXTO EUROPEO:

Cavour convence en 1858 al emperador francés Napoleón III para que apoye la causa de la unidad italiana frente a Austria.

Con el apoyo francés Cavour inicia la agitación popular contra Austria y ésta reacciona como se esperaba, el 27 de abril de 1859 invade el Piamonte. El pequeño reino del Piamonte cuenta con el apoyo francés y con la simpatía de Rusia, Inglaterra y Prusia que se declara neutral, en esta situación Austria está aislada.

El desarrollo de la guerra determina que los piamonteses, con el apoyo real y efectivo de las tropas francesas, lleven la iniciativa, a su favor pero cuando están a punto de conquistar el Véneto y acabar con la ocupación austríaca, Napoleón III les retira su apoyo y firma la paz con los austriacos, esto es debido a que el emperador francés no quiere enemistarse con Austria, a su vez el canciller alemán Bismarck no está dispuesto a que se hunda Austria y se fortalezca Francia.

La guerra termina con una decepción para la causa italiana a pesar de que se ha incorporado Lombardía, los austríacos siguen en Venecia y Cavour dimite debido a la“traición” de Napoleón III, pero en la sombra seguirá dirigiendo el proceso. La experiencia le ha enseñado que no debe confiar en ninguna potencia extranjera, pero que tampoco se puede enemistar con Francia.

De forma simultánea, en el mismo año 1859 se producen revueltas populares en la Toscana, Módena, Parma y Romaña que destronan a sus legítimos gobernantes y piden su incorporación al Piamonte como motor de la unidad italiana. Las cuatro provincias realizan plebiscitos que ratifican esas incorporaciones

29 de abril de 1859:

DIARIO LA ÉPOCA:

Sigue activamente la causa contra los alborotadores de Pinarejo. Ya hay 3 hombres y una mujer que resultan más comprometidos.

EL CLAMOR PÚBLICO:

Sigue activamente la causa contra los alborotadores de Pinarejo. Ya hay 3 hombres y una mujer que resultan más comprometidos. eL escribano de este gobierno civil sale hoy para Pinarejo para activar los procedimientos.

El día 28 de abril de 1859 el diario “La Discursión” publicaría:

La sesión fue poco interesante el gobierno prometió poner en una tablilla del congreso los partes telegráficos a medida que se fueran recibiendo del extranjero. No dijo una palabra del motín de Pinarejo a pesar de las noticias que en Madrid se han recibido: lo mismo puede hacer con los sucesos de Italia.

Y en la página tres:

Cuenca 27: El pueblo de Pinarejo se encuentra ya completamente tranquilo. Los autores del último escándalo están sujetos a la ley. Hay en el pueblo fuerzas sobradas para que aquella se respete.


El día 30 de abril el Diario la Discursión vuelve a reproducir:

Sigue activamente la causa contra los alborotadores de Pinarejo. Ya hay 3 hombres y una mujer que resultan más comprometidos. El escribano de este gobierno civil sale hoy para Pinarejo para activar los procedimientos.

DIARIO ESPAÑA A 1 DE MAYO DE 1859

Si “La Discursión” no ve ni oye lo que todos ven y oyen, la compadecemos por su desgracia, si esas palabras son el acento burlón del que fiando en un triunfo seguro, se ríe de antemano y gira en la sorpresa que va a causar a su adversario, nos reímos de su candidez. Florencia, Liorna, Modena, Palermo, Massa, Carrara, Roma y otros puntos de Italia dan la señal; en España donde todo lo que concierne a la revolución ha sido siempre raquítico ha respondido con las voces de Pinarejo, Ayerbe y Lugo.

En vano se pretenderá dar otro carácter que el puramente revolucionario a esos acontecimientos: lo primero que en todos se ha visto, ha sido el ataque brusco a la autoridad, que es el freno de la revolución, y no solo se ha significado de este modo, sino que ha dejado entrever el objeto que se propone conseguir el día de su triunfo.
“Nosotros nos habíamos propuesto ridiculizar el fan de los moderados por ver en España a todas las luces la revolución. Pero ¡Cual no habrá sido nuestro asombro cuando ayer abrimos La España y nos encontramos ridiculizado por ella misma ese propósito. Si La España viene a decir en pocas palabras, la revolución que agita a Europa, la conmoción que se extiende desde los Apeninos hasta el Tirano, las sublevaciones que asoman en Turín, Génova, en Florencia, en Roma, en Nápoles, han encontrado ya un eco.....en Pinarejo ¡Pobre partido moderado, no parece sino que se empeña en hacerse la oposición así mismo:¡ Pobre partido moderado, reducido a hacer Padres Cobos. Contra sí mismo, y a reírse de su propia historia.

El día 6 de mayo de 1859 los diarios La Época y La Iberia publicaban la siguiente noticia:

“Parece ser que se ha dictado auto de prisión contra el cura párroco de Pinarejo, pueblo de la provincia de Cuenca, donde sucedieron hace un mes algunos desordenes”

El partido moderado está pidiendo desordenes con muchísima necesidad. Por un motincillo diario daría cualquier cosa ese partido. La otra noche resonó el grito de la Toscana en una cañería de gas, en el mismo estruendo con que poco antes había resonado en Pinarejo. Con motivo de la cañería y del estampido, quieren los periódicos moderados nada menos que la venida del general Narváez. Cuando Narváez no esta en España, hasta el gas, sí, hasta el gas se insurrecciona y se subleva, y da con tronar por las calles

ALGUNOS DATOS SOBRE NARVAEZ:

En 1844 era llamado a formar gobierno, iniciando una serie de siete periodos como primer ministro de Isabel II: 1844-46, 1846, 1847-49, 1849-51, 1856-57, 1864-65 y 1866-68. Impulsó la elaboración de la Constitución de 1845, que se mantuvo vigente hasta 1868; pero también otras muchas leyes importantes, como la reforma fiscal de Mon (1845), el Código Penal (184Chulillo o las reformas administrativas de Bravo Murillo. En suma, conformó el Estado español contemporáneo según la ideología liberal-conservadora de su partido y según su temperamento autoritario: detuvo el proceso de desamortización de los bienes eclesiásticos, amordazó a la prensa, organizó una Administración centralizada y reprimió los movimientos populares impidiendo tanto el resurgimiento del carlismo (Segunda Guerra Carlista, 1849) como la extensión a España de las revoluciones europeas de 1848.

"Según el actual sistema de los moderados de la liga y el que siguieron
Todos ellos en el bienio Napoleón III debía caer por los sucesos de Tarbes, tan semejantes a los de Lugo, por no hablar del acontecimiento europeo de Pinarejo.

A propósito: En cuanto oímos hablar de este suceso, fuimos e ver cuantos suscriptores de nuestro periódico había en tan importante punto, y nos hallamos que ninguno. Sin duda serían doctrinas disolventes de nuestra hermana en Cristo la Regeneración las que producen estos estragos y ¿ella que cree ser partidaria del orden!"
diario La España de fecha 12/06/1858

Ha sido nombrado cura de Pinarejo D. Santos de la Torre Navarro

A falta de cierta información, solicitada al archivo del Congreso, que me tiene que llegar se cierra el tema del motín de Pinarejo. Como habrán comprobado todo un suceso que puso en jaque al gobierno de turno del estado español en aquellos momentos y que sirvió para que la oposición pidiera la cabeza de los máximos responsables del estado. Queda por averiguar quienes fueran declarados culpables y como terminó el suceso. Todo llegará. Paciencia y a otras cosas

José Vte. Navarro Rubio

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