Hacia el año 1933/34 cuenta mi padre que estuvo acompañando por todo el término de Pinarejo a un grupo de ingenieros encargados de realizar mediciones y de hacer relaciones topográficas. Dice mi padre que en lo que más hacían hincapié los ingenieros era en las casillas, abrevaderos, pozos y promontorios. Su memoria se detiene en dos cuestiones que le llamaron, en aquel momento, mucho la atención. Una fue en la zona del Rincombre (Rico Hombre) donde había una huerta con una casilla y unos pozos de agua de calidad excelente que más tarde serían aprovechados debidamente por las autoridades de Santa María del Campo Rus para extraer de ellos el agua que mediante canalizaciones se llevarían para abastecer a su población. En este sentido mi padre comenta que el agua era tan buena que la gente de Pinarejo y otros pueblos iba hasta el lugar para llevarse agua con la cual ablandar los garbanzos y para otros usos. Esta huerta que había en el lugar donde estaban los pozos pertenecía a unos vecinos de Pinarejo.
La otra anécdota tiene que ver con la zona de la Manga y con una galería muy profunda, de unos 30 a 40 metros de profundidad, que se ensanchaba en su parte más profunda (base), de un diámetro de un metro y medio, que había en un terreno propiedad de Don Miguel, que más tarde compró Frailán y que parece ser que se cerró, en parte, con piedras que se arrojarón dentro de la oquedad. Relacionado con esto último tengo que decir, por los detalles que da que mi padre, que la oquedad quizás fuera una mina de espejuelo de esas que se abrieron hace dos mil años en la zona para extraer el mineral.
Nuestra zona se ha caracterizado históricamente por el déficit en agua, de ahí que a lo largo y ancho de nuestro término y de los términos colindantes hubiera pozos y abrevaderos que de forma estratégica servían para dar de beber al ganado; para poner pequeñas huertas y para abastecerse la población. Pozos históricos en al zona tenemos: Pozo Colorado; Pozo Pellejero; Pozo Ancho; Pozo Nuevo; Pozo de la Ferada y Pozo de las Pitas, entre otros. Ese déficit de agua, en determinadas épocas del año, hacía que los habitantes de Santa María del Campo Rus, durante algunos años, vinieran con cubas hasta Pinarejo para llevarse agua de los pozos de la carretera con la cual abastecerse, dada la salobridad de sus aguas.
Estas rivalidades entre pueblos se remontan tanto en la historia que raro es no encontrar periodos en los que no se dieran conflictos. Uno de estos periodos se remonta al año 1840 en que el Consistorio de Pinarejo solicitó de la autoridad pèrtinente deslindar una determinada parte del término de Santa María del Campo Rus que pertenecía a propietarios de Pinarejo. Entre las razones que se aludían figuraban las siguientes:
-Que los límites del término de Santa María del Campo tocan en su superficie con las mismas tapias de Pinarejo.
-Que esos terrenos pertenecen a vecinos de Pinarejo.
-Que los sembrados sufren impunemente daños y talas.
-Que los propietarios no pueden aprovechar los pastos de sus heredades.
-Que se les grava con las contribuciones.
Los representantes de Santa María en su reclamación dirían que fuera prueba del relato, entre otras cuestiones: “que no teniendo la villa de Pinarejo aguas en la mayor parte del año para limpiar y purificar sus ropas vienen a verificarlo veintenas de mujeres diariamente a los lavaderos y sitios inmediatos a las casas de Santa María donde mezcladas con las de esta villa, de la misma profesión, no se ha verificado ni una incomodidad con ellas ni una sola reyerta: Digan las mujeres de Pinarejo, cuando han sido insultadas ni cuando incomodadas.
Como se puede comprobar el tema del agua es un referente interesante a la hora de analizar ciertos aspectos que tienen que ver con las relaciones entre poblaciones vecinas, en este caso Pinarejo y Santa María del Campo Rus. De esta forma es que nos hayan llegado relatos de reyertas entre vecinos de una y otra localidad que encuentran su significado en los relatos que les acabo de narrar.
La otra anécdota tiene que ver con la zona de la Manga y con una galería muy profunda, de unos 30 a 40 metros de profundidad, que se ensanchaba en su parte más profunda (base), de un diámetro de un metro y medio, que había en un terreno propiedad de Don Miguel, que más tarde compró Frailán y que parece ser que se cerró, en parte, con piedras que se arrojarón dentro de la oquedad. Relacionado con esto último tengo que decir, por los detalles que da que mi padre, que la oquedad quizás fuera una mina de espejuelo de esas que se abrieron hace dos mil años en la zona para extraer el mineral.
Nuestra zona se ha caracterizado históricamente por el déficit en agua, de ahí que a lo largo y ancho de nuestro término y de los términos colindantes hubiera pozos y abrevaderos que de forma estratégica servían para dar de beber al ganado; para poner pequeñas huertas y para abastecerse la población. Pozos históricos en al zona tenemos: Pozo Colorado; Pozo Pellejero; Pozo Ancho; Pozo Nuevo; Pozo de la Ferada y Pozo de las Pitas, entre otros. Ese déficit de agua, en determinadas épocas del año, hacía que los habitantes de Santa María del Campo Rus, durante algunos años, vinieran con cubas hasta Pinarejo para llevarse agua de los pozos de la carretera con la cual abastecerse, dada la salobridad de sus aguas.
Estas rivalidades entre pueblos se remontan tanto en la historia que raro es no encontrar periodos en los que no se dieran conflictos. Uno de estos periodos se remonta al año 1840 en que el Consistorio de Pinarejo solicitó de la autoridad pèrtinente deslindar una determinada parte del término de Santa María del Campo Rus que pertenecía a propietarios de Pinarejo. Entre las razones que se aludían figuraban las siguientes:
-Que los límites del término de Santa María del Campo tocan en su superficie con las mismas tapias de Pinarejo.
-Que esos terrenos pertenecen a vecinos de Pinarejo.
-Que los sembrados sufren impunemente daños y talas.
-Que los propietarios no pueden aprovechar los pastos de sus heredades.
-Que se les grava con las contribuciones.
Los representantes de Santa María en su reclamación dirían que fuera prueba del relato, entre otras cuestiones: “que no teniendo la villa de Pinarejo aguas en la mayor parte del año para limpiar y purificar sus ropas vienen a verificarlo veintenas de mujeres diariamente a los lavaderos y sitios inmediatos a las casas de Santa María donde mezcladas con las de esta villa, de la misma profesión, no se ha verificado ni una incomodidad con ellas ni una sola reyerta: Digan las mujeres de Pinarejo, cuando han sido insultadas ni cuando incomodadas.
Como se puede comprobar el tema del agua es un referente interesante a la hora de analizar ciertos aspectos que tienen que ver con las relaciones entre poblaciones vecinas, en este caso Pinarejo y Santa María del Campo Rus. De esta forma es que nos hayan llegado relatos de reyertas entre vecinos de una y otra localidad que encuentran su significado en los relatos que les acabo de narrar.
José Vte. Navarro Rubio
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