jueves, 16 de junio de 2011

SANTA ÁGUEDA Y LAS FIESTAS DE PINAREJO

                                                              

Es en estos momentos en que se acercan las fiestas mayores de PINAREJO cuando todos los hijos e hijas del pueblo, que estamos fuera de él, sentimos que algo nos falta. La lejanía trasmite sensaciones difíciles de describir que tienen su origen en la ausencia de aquellas cosas que más apreciamos y queremos. Pero la vida es así y más aun la modernidad. Lejanos están los tiempos en que los pinarejeros y pinarejeras vivían en un ámbito circunscrito a lo cotidiano y cercano que era el pueblo y su jurisdicción. No había posibilidades de traspasar los límites del término porque nuestros antepasados vivían sometidos a un yugo llamado servidumbre. Sólo el tiempo y los cambios que se han ido produciendo a lo largo de la historia hicieron posible que las fronteras se fueran diluyendo y que los pinarejeros y pinarejeras fueran más allá de esa línea invisible, pero cierta, para mejorar su futuro. Pero esto a lo que me refiero no ha sido una constante a lo largo de la historia, es con ocasión de la demanda de mano de obra, por parte de otros lugares o zonas industrializadas, el que ese mundo cerrado en el que vivíamos se abriera y ante nosotros florecieran nuevos horizontes pendientes de descubrir.

Nos toca pensar, desde estas líneas, en los pesares y angustias de aquellos pinarejeros y pinarejeras, de finales del siglo XIX y principios del XX, cuando sus hijos se tenían que marchar a las guerras de Cuba, Filipinas o del Norte de Marruecos; o de aquellas madres que tenían que salir a despedir a sus hijas al autocar de la línea de Cuenca cuando estas se tenían que ir de casa, con poco más que lo puesto, para hacer de sirvientas domesticas: chachas, en casas de familias adineradas; o de aquellas nuestras primeras avanzadillas de pinarejeros que se marcharon a Francia y Alemania para trabajar, ya fuera en la vendimia o en la industria; o de aquellos otros y otras de los que nunca más hemos vuelto a saber.

Yo puedo decir que detrás de cada emigrante pinarejero/a hay un alma en pena. Pues lo que se deja detrás, familia, identidad y orígenes, es mucho más de lo que se puede alcanzar fuera. Pero esta percepción, que yo y otros muchos más como yo han podido llegar a tener, varía en función de determinadas circunstancias. Ahora lo que sí es verdad es que ante un acontecimiento, como el que tenemos a pocos días vista, como son las FIESTAS MAYORES DEL PUEBLO, solo reina en el corazón de los ausentes una enorme tristeza y a la vez alegría. Tristeza por no poder estar presentes y alegría porque una vez más llegan las fiestas del pueblo y sus habitantes, nuestros paisanos y paisanas, van a poder tener la oportunidad de disfrutar de unos días de alegría y felicidad en compañía de sus seres más queridos.

Sirva este escrito para glorificar al pueblo y a todos vosotros y vostras pinarejeros y pinarejeras que a la sombra del campanario y de todos aquellos familiares y amigos/as a los que más queréis tornáis a tener la posibilidad de salir a la calle para mirar al cielo y poder decir: HOY ES EL DIA DE SANTA ÁGUEDA: ¡Bendita sea!

Les dejo con esta pequeña composición poética:

Son las fiestas de Pinarejo
vayamos todos a disfrutar
en este mes de febrero
que acaba de comenzar.

Ya sea en la Plaza o en la Carrera
o en cualquier otro lugar
ha llegado el momento de bailar
de beberse una cerveza
y si hiciera falta hasta de cantar.

No dejemos para mañana
lo que se puede hacer hoy
dice el refrán
por eso no seáis indecisos
y disfrutar hasta reventar.

Más si llegado el día
las penas pudieran más
que vuestro ánimo de disfrutar
recordad dos cosas amigos
que jamás debéis olvidar:
la primera es que Santa Águeda
solo hay una en el santoral
y la segunda que mañana
no sabemos lo que nos podrá pasar.

Por lo dicho y redicho
para Santa Águeda
olvidaros de salir al campo a cavar
no penséis en trabajar
y todas las horas del día
dedicarlas a descansar
sin volver la vista atrás.

Como todos sabemos para el día 5 de febrero son las fiestas de Pinarejo en honor de Santa Águeda con este motivo queda abierto en el foro un apartado que llevará por título: “Extraordinario fiestas de febrero”. En él incorporaré diferentes artículos, poesías y loas a Santa Águeda que creo serán de su interés y servirán para alegrar las fiestas de todos los pinarejeros/as.

Entre las poesías, loas y letrillas tendremos:

-Pinarejo tuvo un torero.
-Loa a Santa Águeda: “Alcemos todos juntos”
-¿Quiénes somos?
-Suena una guitarra
-Bajo un cielo mortecino

Entre los artículos figurarán: dos específicos sobre las fiestas: éste es el primero; uno animando a la participación y finalmente otro relacionado con la Nava y la Moraleja (aldeas que fueron de Pinarejo)

Artículo: Santa Águeda en nuestro corazón.

Santa Águeda o Agata, celebrada por la Iglesia Católica el día 5 de febrero, es por tradición, la fiestas más interesante de Pinarejo. Santa Águeda vivió en la Sicilia del siglo III d. C. y su vida es en resumen así:

«Nacida en Palermo, según Metafrastres, siendo emperador Decio, era joven nobilísima, riquísima, honestísima y hermosísima. Águeda se negó a sacrificar a los dioses. En represalia:

- Se le mandó abofetear.
- Se le cortó un pecho.
- Sufrió cautiverio sin comida ni bebida.

Desde antiguo se representa a la Santa con los pechos cortados sobre una bandeja en la mano izquierda y en la derecha la palma, atributo y símbolo de la pureza y del martirio.

El tormento en toda su crudeza se ha vertido en múltiples gozos, coplas y letrillas que los pueblos han ido recreando. Con motivo y razón de nuestras fiestas patronales he compuesto la siguiente letra:

”Santa Águeda bendita
Patrona de Pinarejo
por ser tu bondad infinita
y desde siempre
nuestro único lucero
te pedimos que mires
por todos los de Pinarejo,
y por sus familias y amigos
en este día 5 de febrero
y en el resto del año
pues la fe hacia tu persona
es única y verdadera”

Santa Águeda con sus pechos cercenados es entre otras cosas:

-Abogada de las enfermedades de las mamas y de las virtudes del recato y la feminidad que éstas encarnan. Se asocia la festividad de la Santa con la planta de la albahaca, símbolo de la moderación sexual y por ello también del recato femenil.

Coplilla a estos fines:

"Sí la albahaca en Pinarejo
quieres ver crecer
la tienes que plantar con fe
y Santa Águeda ver"

-Hay noticias de lugares donde las casadas cocían y repartían panes y bollos en forma de seno entre las mujeres casadas y casaderas como talismán contra los males de pechos.

En este sentido se me ha ocurrido está letrilla:

"En el horno de Pinarejo
mandé se me cociera un pan
en forma de tetilla para más hablar
pues se lo tenía que llevar
a Santa Águeda bendita
para que me previniera
de este grandísimo mal"

-El culto a Santa Águeda y el día 5 de febrero es el día de mando de las mujeres. En este día las mujeres ejercen su dominio sobre los hombres. Esto hace que sea una fiesta muy interesante.

Relacionado con este hecho singular dejamos caer otra coplilla relacionada con Pinarejo:

"Para el 5 de febrero la vara de mandar
en Pinarejo de manos no cambiará
pues tenemos alcaldesa
y Santa Águeda tan contenta está
que la quiere titular:
“Alcaldesa perpetua de su pueblo natal”

Las teorías sobre este fenómeno se pueden resumir de la siguiente forma:

a) El fenómeno biológico-productivo del matriarcado

b) La economía basada en la ganadería y en la agricultura en pequeña escala.

c) El culto a los muertos, a la naturaleza y al árbol.

d) Ritos agrarios con los que pretenden provocar a la naturaleza para que el sol caliente aún con más fuerza en un momento en que el invierno es ya un hecho.

En algunos lugares como en Pinarejo se alargan la fiesta durante uno o dos días más, pues como reza el adagio tan español «No hay Santo sin Octava". A estos días se les da el nombre de Santa Aguedilla o Aguedita.
Yo lo denominaría “cántico espiritual” porque así me ha salido de lo más profundo del alma y como tal lo dejo ahí a vuestra completa disposición. Si alguno se pregunta porque lo hago que no busque más respuesta que esta: Por un principio elemental y simple “El pueblo es de todos y todo vuelve al pueblo”:

               I

 Rompe el cielo y se eleva
desde la tierra al cielo
tu bondad y belleza
pues como Santa eres
de Pinarejo su Patrona
y de otros pueblos de la tierra
su gobernanta eterna.

Afrodisia, mujer malvada
con desprecio te persiguió
y no consiguiendo sus propósitos
en manos de Quintianus te entregó

Martirio se os dio
por no dejaros seducir
por el senador Quintianus
y tal persecución padecisteis
que hasta los senos te seccionaron.

No contentos con el martirio
en Catania sobre brasas te echaron
y a Pinarejo vinisteis a vivir
ofreciéndonos en señal de victoria
tus pechos sobre un plato
y la palma en señal de victoria sobre el pecado.

Pan de Santa Águeda bendito
nuestras madres horneaban
y en mesas de pobres se comía
como si fuera la más exquisita de las viandas.

Patrona de Pinarejo
por ser nuestra Santa más querida
y por haber padecido tanto
eres de nuestro pueblo su gracia
y de los pinarejeros y pinarejeras
ya sean del pueblo
o de los que por el mundo andan
un faro de luz clara
que ya sea de día o de noche
nos alumbra y llena de fe el alma.

Por Santa Águeda bendita,
por nuestra Patrona
que tanto nos ama,
en este día de fiesta
desde lo más hondo del alma
te pedimos por las cosechas,
por los enfermos,
por los que no trabajan,
por los pobres de solemnidad
y por nuestros muertos
que desde el cielo
riegan nuestros campos
con sus lágrimas.

         II
¡Oh ¡ que dicha
de todas las santas
eras Santa Águeda
la más divina
que a Pinarejo
de sus pecados redimes
con tu inquebrantable fe pura.

¡Oh Santa Águeda, bendita!
eterna tu bondad
y tu gracia infinita
velas por todos nosotros
a todas horas del día,
consuelo por ello eres
de todo Pinarejo
y antorcha de fuego viva.

Bienvenida seas celestial princesa
que por ser casta y pura
de Dios eres su mano derecha
pues tanta es tu fama
en el cielo y en la tierra
que de ti los ángeles se enamoran
con solo contemplar
tu grandiosa hemosura.

Santa Águeda
Hoy los pinarejeros y pinarejeras
más que nunca con humildan
buscan tu providencial ayuda.

Gracias te damos
por no cesar en tus desvelos,
y por ser con tu cordura
fe de este pueblo, alma y vida.

                     III

Suena una guitarra
oigo los acordes de una acordeón
¿Quién es? ¿Quines son?
Son las fiestas de Pinarejo,
¡fiestas son!
cuando las calles se llenan de vida,
la plaza de toros de calor,
la iglesia de devoción
y todas las casas de Pinarejo
de tanta alegría y amor
que como si fuera una canción
se invade el orbe con este son:
“De Pinarejo vengo
y a Pinarejo voy
y allí donde estoy
a Santa Águeda tengo presente
pues ella es mi lucero
que día a día me guía
por estos mundos del Señor
y Pinarejo su pastor
que cuida de sus ovejas
bajo tu manto protector”

               IV

Es Pinarejo con su presencia
el que enciende una llama eterna
en esos confines precisos
donde el alma y el corazón juegan
a ser los eternos guardianes
de historias antiguas y bellas que nos llevan,
a través de verdes campos de floridas siembras,
allí donde se esboza,
entre murmullos de aguas que corren por las vegas,
un pueblo antiguo, orgulloso de sus raíces,
que a base de someter a la naturaleza
nos deja su estampa idílica,
hasta en el más pequeño e insignificante
de los terrones de dura tierra.

Rumores que vienen y van me llevan
como si fueran estrellas errantes
que en el firmamento brillan y destellan
hacia poblados montes, verdes praderas
y pozos de aguas dulces, limpias y frescas.

Pinarejo no es fruto de un día
ni de un año ni de una década,
pues nace nuestro pueblo
allí donde la oscuridad de la noche
ciegan nuestra vista
y anegan nuestra alma de duras penas.

Y es en ese querer hacer
que surja la vida bajo el seno de la tierra
y de que los frutos que dan los árboles
se conviertan en manjares de exquisitas mesas
donde se forma ese idilio amoroso
que se prolonga por las noches
como si fuera un fuego divino
enviado para aplacar nuestra sed
de historias y de leyendas.

Es a base de ese trabajo diario del hombre
por someter a la naturaleza
donde Pinarejo comienza a tener conciencia
y a formar parta de una historia lejana y eterna
que se respira a cada paso que damos
por sus calles, tierras, montes y veredas.

                            V
Este vivir siempre a la espera
¡Si los sueños fueran de los silencios
la música que nos llega!
¿Agosto, que en mi cama duermes?
donde el agua corre eres una triste leyenda.

Su calor me corre por el cuerpo
y se infiltra por las venas
¡de tanto que te espero desespero!
y en la espera sombras que van y vienen
a un lado y otro de la carretera
transforman en esperanzas tu empeño
y también mis agrias penas.

Hay tanta vida en la verde Vega
y secos campos de estas áridas tierras
que siento tristeza
por no poder ser en el surco
vació de vida
como el grano de trigo
que germina entre las peñas
tenue tallo de espigada cabellera.

Somos los únicos amos de nuestras vidas
en este agosto que rezuma
trinos de gorriones de alta escuela
que alegremente nos despiertan
en el alboreo de la madrugada,
a mí que en la cama pienso
en correr detrás de las estrellas
y en ser la brisa que da la vida al viento
que sopla en las altas eras.

José Vte. Navarro Rubio


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