Reyes por el horizonte caminan
y en una opulencia consentida
viajan en carrozas
y llevan en la comitiva
luces de colores,
vidrios que resaltan a la vista,
música de tambores
y pajes con abiertas sonrisas.
Sube la cabalgata por una calle,
con baches y zancadillas
y llega hasta donde estoy
para que se despida la Comitiva.
Demasiado de todo,
¡con lo poco que da la vida!
yo prefiero a los reyes con escaleras
trabajando a destajo por la noche
y dejando toda esa opulencia mal vista,
que nos ha llevado a la ruina,
para otros días.
Los Reyes de mi vida
viven en mi fantasía,
los veía como quería
aunque a veces pasaban de largo,
camino d ela Solanilla,
por no llevar escrito
en una triste cuartilla
que allí vivía un niño
que era feliz con lo que tenía.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
No hay comentarios :
Publicar un comentario