De lo que yo, mi hermano y mi padre me han venido a contar les comento a continuación algunas de aquellas canciones que se venían a recitar en la cama cuando eramos niños. De una forma u otra esta tradición se ha perdido y de ella ya no queda nada más que no sean estos recuerdos de unas infancias ya pasadas. Relacionados con este y otros temas en Pinarejo había pero que muy buenos cantantes, e instrumentos musicales, que salían a relucir cuando los grados de alcohol en la sangre comenzaban a bullir. Era normal en las tabernas de Pinarejo que de pronto alguien en alguna de aquellas barras de los bares del Torcido, taberna de Florentino, bar de Joaquín en la Carrera o de Herminio y la Paz; Pedro o el llamado de la Rubia, en la plaza, salieran algunos espontáneos a lo Antonio Caracol, Antonio de Molina o Farina entonando algún cante flamenco para deleite de todos, mi hermano Jesús todavía lo recuerda con cariño. De esos abigarrados cantantes podemos cita, ruego nadie se moleste por usar los apodos, pues del nombre ni se recuerda mi padre ni mi hermano. Citamos como cantantes pinarejeros a Lavativas, El Gitanillo y Manuel o Mariano Campillo, este último vivía en la calle de la Divina Pastora. Si alguien recuerda el nombre y apellido de alguno de ellos gustosamente lo cambiaré. Se puede ampliar la nómina de cantantes. De igual forma en mi blog: Pinarejo (Cuenca) nuestro pueblo pueden encontrar tanto este como otros artículos relacionados con Pinarejo, entre ellos y ahora que hablamos de música y canciones dos dedicados a nuestros acordeonistas.
CANCIONES DE CUNA/CAMA
El Ángel de la Guarda me dijo un día:
- ¿Quieres coger flores para la virgen María?
Y yo le contesté
con mucho agrado:
-Yo te cogeré flores, rosas y nardos
Mamita querida,
mi dulce embeleso
deja que en tu carita bonita
deposite un beso
Con Dios me acuesto,
con Dios me levanto,
con la Virgen María
y el Espíritu Santo.
Jesusito de mi vida,
eres niño como yo,
por eso te quiero tanto
y te doy mi corazón.
Tómalo, tómalo,
tuyo es,
mío no.
Cuatro esquinitas
tiene mi cama,
cuatro angelitos
a mí me la guardan.
Ángel de la Guarda
dulce compañía,
no me dejes solo
ni de noche ni de día
que me perdería.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
No hay comentarios :
Publicar un comentario