POESÍA: SIN FELICES NAVIDADES

En el día que nace
el pétalo de rosa,
sonrisa abierta de una niña,
de un niño,
muere abrasado
en una ciudad perdida,
donde las bombas
por racimos
se compran en un mercado
y donde los hombres esperan el fin de año
para ser todavía más sangrientos en el 2015.
La ciudad de la que hablo
camina por mi mente
y esta llena de niños y niñas que juegan y cantan
mientras la metralla irrumpe por las ventanas de una escuela
y los libros se cubren de ese color rojo que indica
que la sangre forma parte de sus páginas.
Me detengo y miro
hacia ese cuadro de muerte
y veo lágrimas de madres y padres que se acercan
y de parientes que irrumpen con su dolor
mientras un cámara graba en la morgue, pasillo de un hospital,
como los cuerpos descuartizados de infantiles criaturas son vestidos
con sudarios fabricados en las tiendas
de un Occidente hambriento de malas noticias.
Sepa usted
que yo no estoy aquí
y que no me llegado hasta este instante
para felicitarle las Navidades,
mientras alguien muera
versaré siempre y haré versos poco entendidos e ingratos
llenos de maldiciones hacia aquellos amigos de los malos ratos
que condenan a una parte del mundo
a continuar siendo zonas caóticas y lugares de odio.
Me pregunto
por donde comenzará hoy el guión
de esa película
en la que sus actores no cobran por lo que hacen.
¿Quién se atreve a cambiar los destinos del mundo?
¿Quién irrumpe en los congresos de los países con democracias consolidadas
para imponer cordura?
¿Hay un ángel de la muerte?
¿Hay un ángel de la vida?
Mientras explotan esas bombas en Afganistán, Siria,
en el culo del mundo
y en el corazón de las ciudades frías
bocas abiertas
gritan
su desespero
con ojos llenos de lagrimas
y brazos abiertos
a una esperanza
que camina a lomos de un camello
en forma de carta de Reyes de Magos
que de llegar a su destino
quizás pudiera ser
que al ser abierta cumpliera los deseos de paz,
de esos niños y niñas
abatidos por guerras
que en sus países se cantan desde hace siglos.

Autor de la poesía: José Vicente Navarro Rubio