El lunes huye a galope.
Incendios que resplandecen
sonrojan sus mejillas.
Se ocluye su vida encerrada en un reloj
a esa hora maldita
en que la noche ya nacida
es del lunes su flor más marchita.
Llega el martes
y en la sierra los calores continúan
entre brasas y cenizas
desde Cullera ayer se veía
como un hongo gigante,
era nuestra Hirosima.
Un miércoles gandul se arremolina
tan grande en la semana
se dice que cautiva
a quienes esperan algo más de la vida.
Jueves de pasión,
fruta maldita,
tan pequeña la semana el jueves anima
a seguir pensando
en lo mucho que se esconde
en una semana partida
por tres más cuatro, total siete días.
Buenos vientos llegan
a lomos del viernes
entre ternuras
se van sumando días,
a un fin de semana entre luces azules y amarillas.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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