Tu rutina era
ser bestia de carga
y animal de compañía
estimado burro
en aquella España
de toda la vida
que un día despertó
al son de una melodía
llamada desarrollo
que sirvió,
burro, rocín, jumento,
amigo,
para que tu presencia
haya decaído hasta los límites
de ser animal catalogado
en vías de extinguir.
Cuanta compañía
y que fidelidad la tuya
y cuanto te debe
esta y aquella España
de otros siglos
en que eras animal carismático,
y acompañante perpetuo
de labradores y ganaderos
por veredas, sendas y caminos.
Era normal verte,amigo,
por esos caminos de medio mundo
y aunque vivías sujeto
a un concreto destino
un mismo fin os unía
a todos los burros del mundo.
José Vte. Navarro Rubio
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.