Soy triste paisaje
de ese territorio de la Comunidad Valenciana
vendido e hipotecado
a crueles alimañas
que se lanzan en los albores de la mañana
sobre las indefensas presas
y matan.
Delirios de grandeza,
fotografías faustas,
homenajes desmedidos,
aeropuertos de alimañas,
circuitos de coches de alta gama,
parques temáticos con montañas de agua,
y ciudades deslumbrantes
que no producen nada.
Todos piden y nadie regala
¿Dónde está esa deuda histórica?
¿Por qué todos se callan?
Agua...agua se pedía agua.
Honradez es la que hace falta.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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