La presión social, política y, sobre todo, la conmoción por hechos tan
abrumadores como dos suicidios en las últimas semanas, el segundo el
viernes, ha llevado al Gobierno y al PSOE a moverse más rápido. Ambos
aceleraron los contactos para avanzar hacia un acuerdo para frenar los
desahucios más extremos que, en todo caso, no se materializará hasta la
próxima semana. Ese acuerdo, no obstante, no tendrá carácter retroactivo
y sería aplicable a hipotecas firmadas, pero no a las que están en
proceso de ejecución. Es decir, no serviría para casos como el de Amaya
Egaña, la mujer que se suicidó en Barakaldo.
A lo más que podría llegar el acuerdo es a obligar a los bancos a poner
un porcentaje de su parque de inmuebles para alquiler social y realojar
a personas desahuciadas.
Los bancos ofrecían
lo habido y por haber
con mucha picardía
pues se reservaban
un comodín en una caja escondida.
Usted quiere dinero
yo se lo doy
y si por alguna de aquellas
no paga
yo me quedaré hasta con sus zapatillas
pues las leyes me protegen
y usted me estampó en un contrato, que no leía, una firma.
Esta era la letra pequeña
de esos contratos
realizados con letra cursiva
que pocos leían
pues el futuro era brillante
y nadie predecía
este desastre económico
que ha terminado por convertirse
en una fatal pesadilla.
Acuden los desahuciadores
para requisar y decir
que la casa ya no es tuya
y los pobres hipotecados
prefieren la muerte
antes que abandonar el hogar
que ellos creían sería suyo de por vida.
Los bancos no tienen familiares ni familia
de no ser está su familia política
que es la que les da de comer
y les coloca en bandeja de plata
los dineros que necesitan
para seguir especulando
y enviando a la calle
a aquellos a quien el paro ha convertido
en pobres vergonzantes
que prefieren antes el morir con honor
que enfrentarse a la cruel desdicha
de pasara a ser parías al estilo de la India.
Los bancos desconocen el término
caridad cristiana
y si lo aplican
es para transformar nuestras vida en un suplicio
al igual que lo sufrió nuestro Señor
por culpa de los fariseos
y de aquellos que creían
que sus intenciones eran de otra guinda.
El gobierno debe dar garantías
de que ningún desahuciado más
volverá ser extorsionado
por el brazo armado del mundo capitalista
que son los desahucidores con mandato y firma
de aquellos que te pueden dejar en la calle
sin derecho a decir esa casa era mía.
sin derecho a decir esa casa era mía.
¿Como se puede entender
que los ladrones y defraudadores
se rían de la justicia
se rían de la justicia
y unos pobres desahuciados
las pasen tan canutas
que decidan acabar con sus vidas?
que decidan acabar con sus vidas?
Yo no creo
en las bondades de la política
y de aquellos que te gobiernan
pensando más en lo que te pueden sacar
que en darte ayudas.
Es la mala prensa
y el que dirán
lo único que mueve
a este pacto de risa
entre dos partidos políticos
que se cogen de la mano
para ir juntos a misa.
Menos prisa y más participación política
eso es lo que requiere
este pacto de Avignon
no sea el caso d
e que se declare nulo
e que se declare nulo
por tener Rajoy influencias divinas.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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