Hay dos muertes,
la que llega
y la que te lleva
y de las dos
yo me quedo esperando
me toque la primera
ya anciano
todavía en buen uso
de los atributos,
generalizando,
en este último caso,
entendimiento, salud y humor del sano.
De la otra muerte
la que te lleva
digo y sin dudarlo
que no me gustaría
caer en sus brazos
sin más aviso
que un ligero dolor
o quizás un sufrimiento inhumano
de esos
que te convierten
en vegetal abandonado
bajo cobijo
de esos espacios pensados
para ser salas de tortura
y calabozos
bien preparados
para cumplir en ellos,
como si el mundo se hubiera acabado,
prisión perpetua
hasta que todo se acaba
y muere el dolor
y con él,
el ser humano
en lo que tiene de presencia
y no de espíritu vagando
por los espacios.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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