domingo, 5 de mayo de 2013
POESÍA: PARO Y SOLEDAD EN ESTA MAÑANA SIN CAFÉ
Todo es....,
todo es.....,
de la forma
que en un momento
lo queremos ver,
por eso las penas,
lágrimas
que no pude coger,
no son eternas,
ni tampoco las alegrías
aquellas que florecieron
en un hermoso vergel.
Por eso
en una mañana
sin nada
que tenerte que ofrecer
te puede ocurrir
que de pronto todo lo veas
justo al revés.
Soy un parado...
soy un parado...
sin nada que poder ofrecer
al mundo cruel
que me vio nacer.
Salió a la calle
sin saber
lo que esta
le podía dar
y vio
con sus ojos
impregnados
de esa luz radiante
que solo entrega
el amanecer
que en las calles desiertas
podía naufragar
sin querer
víctima del dolor
que solo aparece
cuando te ves
frente a la vida
y esta nada
te puede en tus labios poner.
Era un parado
con su soledad
y tristeza
hacia si mismo
que había olvidado
las palabras que tuvieran que ver
con aquello que él
creía que estaban por encima
del mal y del bien.
Con sus años a cuestas
que solo le servían
como castigo
desempeñaba su maldito papel
de ser un número
sin más poder
que ver el tiempo pasar
junto a él,
en una sociedad
que había aprendido a ejercer
su maldito papel
de madrastra cruel.
Allí en la calle
donde él
se había visto desde siempre
como el rey
se dio cuenta
una mañana sin querer
que en las aceras
desiertas
y en las terrazas
de los cafés
su soledad se hacia más grande
a medida que el día
se venía más hacia él.
Soy un parado,
es un parado él
y nada puedo hacer.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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