En las noches de insomnio
uno suele recordar
todo aquello que le va
en la vida terrenal
o bien o mal.
Yo recomiendo
para comenzar
un buen libro de cabecera
con el cual
venido el caso
poder calentar
los motores y bisagras necesarias
para que las neuronas puedan circular
por esos neuromediadores
convertidos en carreteras de ámbito internacional.
La literatura de insomnio
no debe servir para fustigar
el desespero y la ansiedad
y como tal se debe emplear
para crear
ámbitos de sosiego, paz y tranquilidad.
Yo recomiendo
como es natural
y para empezar
relatos muy breves
con los que poderse saciar
de aventuras e historias
sin más sentido que despejar
esa congoja tan particular
de quienes se pasan las noches velando
sin que medie
ni por casualidad
posible entierro ni funeral.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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