XVI
A las cuatro y media horas de la mañana
en Pinarejo
ya se oían los caballos rebuznar
y en los corrales
las gallinas cacarear
cuando la tropa
ya dispuesta
y la comitiva
preparada para marchar
comparecieron en la posada
el juez de la Comisión
encargada de deslindar,
el alcalde ordinario, Juan Agustín Garcia,
el Regidor Procurador Sindico, Antonio de Olmedilla,
alguacil Mayor, Antonio Garcia Belinchón
y Alcalde de la Hermandad, Juan Tomás de la Osa
y junto a ellos
porque no podían faltar
el apeador, el mojonero, los dos azadoneros
y la ya expresada tropa militar
y ya en el Colmenar
de Doña Rosa
se juntaron sin más hablar
con la comitiva de Honrubia
muy diestra en eso de señalar
mojones y mojoneras
allí donde podían más terreno ganar.
El primer mojón
que se va a renovar
a a ser en el vallejo
que dicen del Rabadán
en el camino que va
de Pinarejo
a la casa que era de Don Julián.
Otro mojón
se va a colocar
en la senda que va
al Colmenar de D. Bartolomé Ramón Garcia,
de buen testar.
En la Rambla de las Colmenas
y en el Cerro de la Sierra
se vinieron a colocar
sendos mojones
para que nadie pudiera reclamar
falta de interés
en en ese día y lugar.
Después de colocar
un mojón
frente al camino de Cañavate
el siguiente Blanco se va a llamar
¡que barbaridad!
¿se señalaría con cal?
y después otros tocaría renovar
en dos cañadas de esas llamadas Real
una la de Navarro
y la otra de Culebras
¡Quien da más?
En el sitio la Muñeca
se vino un mojón a instalar
linde al camino que va
de Honrubia al Castillo
y por no poder pasar
el río que se llama del Quintanar
se paró el amojonamiento
hasta que este fuera fácil de vadear.
Todos de vuelta a Pinarejo
regresarían para pecnotar,
cenar y dar descanso a los caballos,
yeguas, mulas y burras de montar.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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