Cuando el tiempo no importa
y se da por bien empleado
todo parece diferente
aunque ingrato sea el trabajo.
Pasar el tiempo disfrutando
es algo a lo que desde siempre aspiramos
por mucho que se diga lo contrario.
Voy andando
hasta ese lugar
en el que me está esperando
la mañana
con sus amaneceres,
la tarde
con sus calores o fríos acumulados
y la noche
con su manto
de luces pequeñas como puntos de cigarros
en la boca saboreados.
No importa si se tarda
o se llega
antes de lo acordado
pues la mañana,
tarde y noche,
me están esperando.
Agosto trae perfumes que aspiramos
y una vez asimilados
nos hacen diferentes
de lo que somos en el resto del año.
Añoro un calendario
con 12 meses idénticos en todo el año
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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