miércoles, 25 de septiembre de 2013
POESÍA: LAS FIESTAS DE HONRUBIA (CUENCA) HACIA 1931
Feria de Honrubia a lo lejos
en un año 1931
en que de Pinarejo salen cuatros carros
ataviados de sartenes y chorizos
para disfrutar la fiesta de lo lindo,
bailando hasta que los pies se cansen,
viendo los toros y bebiendo vino,
comiendo en una sartén gachas
y relamiéndose el hocico
con el jamón colgado de una viga en la cámara al abrigo
de los calores, gatos y de algún vecino,
y queso curado en aceite
que hay que romper con un martillo.
Salen los carros camino de La Nava
por allí donde murió Jorge Manrique
de un lanzazo en el costado que le rompió el alma
sin poder decir padre mío.
Ya pasados los tapiales de aquella ermita dedicada a San Isidro
se ven las primeras luces de Honrubia, pueblo agradecido
al que se dirigen unos pinarejeros con muchas ganas de fiesta
aunque pocos reales en el bolsillo.
A mano izquierda queda el Castillo
tan imponente en la antigüedad y ahora tan demolido
por culpa de una reina muy católica a la que le habían matado por aquellos lares
al capitán de su tropa más querido.
Entre cantares, coplas y algún quejido
por culpa de las piedras que hay en el camino
llegan nuestras amigas y amigos a Honrubia
entre sones de la banda
y pregones que avisan que es día de feria y en la plaza habrá novillada de lo lindo.
A la luz de las estrellas
teniendo al carro como abrigo
duermen los pinarejeros
ya los animales de tiro desuncidos
y comiendo de lo lindo
en un campo de añojal donde crece la hierba a su libre albedrío.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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