Me llamo, me llaman,
se que soy, se que nada me falta,
se que a la vuelta del camino,
allí estaré
si tu me llamas.
Capitán de navío soy
y al mismo tiempo soldado de fragata
en un mar sin puerto
y en unas aguas congeladas,
en un barco de papel sin nada que me diga cuando pisaremos tierra por el hombre trabajada.
Alborada de luces y traca
en una playa
a la cual llegan en oleadas
hombres y mujeres con ganas de subirse a una barca
para ver el calvario que sufrió ese Cristo presente en todas las casas.
Templanza y destreza
y sonido en forma de carcajada
ahora que la noche se acaba
y comienza la madrugada
que dará paso a la salida en escena del alba
sobre el el agua
pulida por las miradas
de un mar que desde siempre me suena a poesía encantada
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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