El último minuto del día
muere en mi regazo
y como si el tiempo se midiera de forma diferente
en la noche el reloj corre más despacio.
Es el momento de poner fin
a todo lo que estábamos realizando,
lo no hecho por lo hecho
y sin más argumentos
que continuar mañana con mi trabajo
me traslado hasta unas fotografías
con casi cien años
de fondos blancos
donde unos hombres luchan
con la naturaleza que los tiene atrapados
en una parte del planeta tierra
donde lo más sensato
es no ir
si no se está preparado,
El hombre y los animales
y un barco
en la nieve incrustado
a la espera del deshielo
para volver otra vez a seguir navegando.
Con el blancor de la nieve
me voy a otro lado
ya la hora caída
y los minutos contando
segundo a segundo hasta así acabar este poema que les estoy recitando.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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