Cuba asaltada y violentada.
Cuba aislada y Cuba la libre
jamás libertada.
En Cuba todavía resuenan
los ecos de las proclamas
lanzadas al viento de los océanos que la bañan
como dulces melodías revolucionarias.
Cuba da música,
en Cuba se danza y baila,
en Cuba la educación se bebe de buena madrugada.
En Cuba se vive
pensando en la gran batalla
y por Cuba solo pasan
barcos de turistas que en sus playas se bañan
y aviones que aterrizan
con sus panzas llenas de curiosos que espantan
por el olor a Ron que en la isla se tragan.
Cuba se cae
y Cuba se levanta,
en Cuba se muere
y en Cuba se añora aquella vieja alma revolucionaria.
Por Cuba y en Cuba
maté mis añoranzas
ya fuera en la Habana
paseando por sus calles y llenándome de todo aquello que sabes que te falta,
ya fuera en su interior
con sabor a caña, ron, cohibas y esperanzas,
siempre de las gentes
que pacientemente esperan que el mundo abra
esa puerta cerrada que les ahoga y poco a poco mata.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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