lunes, 7 de abril de 2014
POESÍA: EL EXODO
No es por otra cosa
que por trabajar y ganar dinero
o escapar de la guerra y de las garras de los políticos con caras de sabuesos
que hombre y mujeres
con el cuerpo marcada por el sufrimiento
prefieren la muerte que el destierro
en el monte del Gurugú. Tan cerca y tan lejos
de donde el mundo civilizado
ese que tú y yo tocamos con los dedos
anuncia con carteles luminosos al mundo entero
que allí se encuentra el progreso.
No es por otra cosa
que no regresar con las manos vacías a sus pueblos
que hombres y mujeres se encaminan a las vallas para escalar los primeros
esos metros que hay de un lado a otro de lo que ellos llaman desencuentro.
Las vallas del mundo
rompen a los pueblos,
matan a las gentes, son como un infierno,
para aquellos seres humanos
que huyendo de la desesperación, del hambre y del desconsuelo
recorren los montes, selvas y desiertos
a la búsqueda como Moisés, aquel patriarca del antiguo testamento,
de un país en el cual ser libres y poder exclamar: ¡Lo conseguí a pesar de los muchos intentos!
Las barreras y fronteras,
las alambradas con sus púas y cuchillas de acero
son esos impedimentos
de los cuales se sirven algunos pueblos
para quitarse de encima a todos aquellos seres humanos que hasta ellas llegan huyendo
tras dejar en cualquier punto de África el hogar en el que nacieron.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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